Las clases conversacionales responden a la necesidad del estudiante de practicar el italiano sin estar vinculado al aprendizaje gramatical, y la ocasión para ser capacitado sobre situaciones reales que tarde o temprano se enfrentará en su aplicación del idioma. Los temas propuestos tienen la propiedad de ser funcionales: reservar un alojamiento, mirar los horarios de un tren y comprar el tiquete, expresar una argumentación de manera ordenada y contundente. La gran mayoría de los estudiantes se dedica al italiano con la intención de viajar a Italia a mediano o a largo plazo sea con propósito de turismo, estudio o trabajo. Las clases conversacionales se presentan entonces como un instrumento no solo de práctica idiomática o de afinamiento empírico de la gramática, sino también como una inducción, para que el estudiante desarrolle un saber que aplicará concretamente durante su relación con Italia y el italiano.